Como decíamos anteriormente, la violencia contra el hombre es mucho más habitual de lo que pensamos. De hecho, se estima que una de cada tres víctimas de violencia doméstica son hombres. El problema principal es que en este caso se suele ser mucho más reacio a informar por la vergüenza que se puede sentir. Un hombre maltratado se enfrenta a múltiples obstáculos: no dispone de los recursos que tiene la mujer para pedir ayuda, se enfrenta al escepticismo de la policía, a las trabas para reclamar la custodia de sus hijos… En definitiva, si se llega a este caso, lo tiene bastante más difícil.
Los maltratos hacia el hombre pueden consistir en: abusos verbales, humillaciones, calumnias e infamias, amenazas de denuncias aprovechando la protección de la mujer en este sentido, amenazas con impedir ver a sus hijos…
En caso concreto de parejas homosexuales, esta violencia al hombre puede consistir en: amenazar con dar a conocer la identidad sexual a todo su entorno, mofarse de su homosexualidad, hacerle sentir mal y justificar los maltratos haciéndole creer que se lo merece debido a su supuesta desviación sexual…
Por otra parte, muchas personas no entienden por qué cuando una mujer es maltratada no deja a su pareja. Sin embargo, si el caso es de violencia contra el hombre, el desconcierto es mucho mayor. Sólo quien haya sufrido un maltrato sabe lo difícil que es romper una relación de pareja. Entre los motivos principales para que sean reacios en querer dejar a sus parejas podemos destacar los siguientes:
1. Miedo por perder a los hijos o querer intentar protegerlos.
Se da el caso de que existe una preocupación por dejar al hijo con el cónyuge maltratador/a por temor a que le hagan daño. También es posible pensar que en el futuro se pueda encontrar con serias dificultades para obtener su custodia o tener acceso a ellos.
2. Sentirse avergonzado.
Cuando se produce la violencia contra el hombre, generalmente ésta suele ser vista con risas entre las demás personas.
3. Dificultad para ser creído por las autoridades.
Generalmente la policía no suele dar mucha credibilidad a los hombres maltratados, o en caso de creerse, se minimizan los abusos por el simple hecho de ser hombre.
4. Negación del problema.
Esto es común en los dos géneros, independientemente de la parte que sea maltratada.
5. En el caso de algunos homosexuales, temor a tener que reconocer públicamente su identidad sexual.
Algunos homosexuales no quieren por nada del mundo, ya sea por temas laborales o por cualquier otro motivo, reconocer públicamente lo que realmente son.
http://terapia-depareja.com/la-violencia-contra-el-hombre/
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